Hasta aquí, hemos visto la parte más analítica e introspectiva de la creación de tu marca y ahora, la poesía.Ya has definido tu “producto o servicio” en relación a tu mercado, has identificado a tu red de contactos y y sabes cuáles son tus puntos fuertes y en qué te diferencias de otras marcas personales. Ahora hay que comunicarlo.
Como ocurre con el árbol que cae en el bosque, la poesía no es tal si no tiene quien la lea o la escuche. Así que tienes que conseguir que escuchen tu historia. Por que aunque lo que cuenta ese profesor de bioquímica con su voz monocorde sea crucial para nuestras vidas, ¿quién no prefería escuchar a un orador como Steve Jobs? Aunque no seas fan de Apple, aunque te parezca muy yanqui, hay que reconocer enganchaba mucho más.
Te propongo seguir estos 3 pasos para definir cuál es tu forma de contar.
- Elige tu estilo y los medios que mejor apoyan tu historia.
Tienes que elaborar tus mensajes con una forma personal. Si eres técnico, habla de forma apropiada cuando trates temas de tu sector, si eres periodista, muestra tu habilidad redactora, si tu ámbito es internacional, no tuitees sólo en español…
Y no hace falta que te diga que estamos en la era de la sobre-información… explica lo que ofreces de forma que dejes prendada a tu audiencia. Si eres capaz de emocionar con fotografías, cuéntalo con tus fotos. Si lo tuyo es escribir, haz de tu blog el centro de tu comunicación. Si tienes la capacidad de hacer reír, no la desperdicies, inclúyela en tu comunicación, en tu forma de relacionarte.
Tienes que adaptarte al lenguaje del mercado, si, pero sin renunciar tu personalidad. Es más, las marcas personales que más enganchan, son aquellas que nos dejan ver algo de sí mismas, más allá de mostrarnos asépticamente los frutos de su trabajo (echa un vistazo al artículo Want to Sell Your Ideas? Tell Engaging Stories). Encuentra el equilibrio en el que te encuentres cómodo/a.
“Haz que me importe. Por favor. En lo emocional, intelectual, estético, haz que me importe” (AndrewStanton, Director de Wall-E, en Las claves de una gran historia).
- Dale un sentido.
“No des puntada sin hilo“, me solía decir una profesora cuando corregía mis escritos. Si te diriges a un objetivo claro, trata de que se aprecie el hilo conductor que te lleva hacia él. Tal vez eras informático en una empresa de automoción, pero te apasionaba el marketing, que aplicaste en alguno de tus proyectos y ahora, tras tu máster en en Marketing Online, el circulo se cierra y tu formación, experiencia y habilidades hacen de ti el profesional idóneo para ese puesto en el Departamento de Marketing de una consultora en TICs.
“If you tell me, it’s an essay. If you show me, it’s a story.” —Barbara Greene
- Distribúyela.
Escribe una versión breve de tu historia en tu curriculum vitae, en una web personal, en tu blog o en tu perfil en redes sociales o combinando todos estos medios y mantén tu narración con cada contenido que compartas. Es decir, utiliza las redes sociales para ir contando nuevos capítulos de tu historia y estar así presente en la mente de tu red de contactos compartiendo siempre contenido que tenga que ver con lo quieres que te identifiquen. Por temática y por forma. Sé coherente y no te disperses.
Distribuye tu historia entre la audiencia que identificaste cuando analizabas cuál era tu mercado objetivo en el primer paso de este proceso de branding personal: todas las personas que pueden influir en tu imagen de marca: otros profesionales, ex-compañeros de trabajo o estudios, personas influyentes en el sector en el que quieres posicionarte… Grupos en LinkedIn o Facebook, un hashtag determinado en twitter, foros…
En el próximo post de esta serie, diseñaremos nuestro Plan de Acción para transmitir nuestra marca de una forma eficiente.
Hasta entonces, me despido con el vídeo de la charla de Andrew Stanton, director de “Toy Story” y “WALL-E”, inspirador para mi y espero que también para vosotros
