El tercero de los cinco elementos con el que vas a potenciar tu marca personal lo componen, lo que vamos a llamar «tus  activos profesionales», es decir, tu formación, tu experiencia, tus habilidades y competencias.  ¿Los conoces bien? ¿Sabes qué te hace singular en cada uno de ellos? ¿Sabes si los estás presentando de la manera más adecuada?

Responder a estas preguntas tal vez te parezca muy difícil o al contrario, creas que lo tienes muy claro. Pero todas las marcas, personales o corporativas, tienen que autoanalizarse de vez en cuando y asegurarse de que están siendo coherentes con su visión de sí mismas y de que están logrando transmitir lo que realmente quieren de sí mismas.

Tras haber visto cómo definir tu “producto” y la importancia de cuidar la red de contactos para tu Branding Personal, vamos a ver cómo podemos descubrir cuáles son nuestros activos profesionales y cómo presentarlos. Te propongo seguir estos pasos:

  1. Analiza tu experiencia profesional
  2. Identifica tu estilo propio con el que gestionas tus activos
  3. Reescribe la historia de tu marca personal

¡Vamos allá!

  1. Analiza tu experiencia profesional

Antes de autoanalizarte, pueden pasar dos cosas: 1.1, que tengas claro hacia dónde vas (el nuevo puesto que quieres obtener, el tipo de profesional en que te quieres convertir, el proyecto que quieres emprender, el tipo de cliente que quieres captar…) o 1.2, que no lo tengas claro, en cuyo caso, seguro que los resultados de este análisis te ayudarán a descubrir qué trayectoria seguir.

1.1. Si ya tienes una idea de hacia donde vas

Define en primer lugar cuáles son los activos imprescindibles para lograr tu objetivo y analiza tus experiencias laborales previas buscando si los has aplicado directa o complementariamente.

1.2. Si es la primera vez que emprendes una análisis de este tipo

Comencemos por descubrir los activos de tu marca personal.

Analiza tu experiencia laboral. Repasa cada puesto de trabajo, cada función y cada proyecto concreto que has realizado. ¿Tu trabajo aportó algo destacable al cliente final? ¿A la sociedad? ¿Al propio equipo? Evalúa cuáles fueron los logros (individuales o en equipo) de los que estás especialmente satisfecho/a y trata de distinguir qué  aspectos de tu formación, experiencia  o habilidades colaboraron a que los consiguieras:

  • Tus fortalezas, para hacerlas más visibles. Por ejemplo, ¿fue clave tu capacidad para desenvolverte en inglés con el cliente? ¿Tu conocimiento especializado en el producto? ¿Destacaste por tu punto de vista innovador? o ¿ por tu habilidad negociadora? ¿Por tu capacidad para motivar al equipo? ¿Por tu creatividad? ¿Tu sociabilidad?
  • Tus debilidades, para no repetirlas, disimularlas o, aún mejor, incluirlas en tu ‘plan de mejora continua’, para lo cual, el primer paso es conocerlas. No te autoflageles. Céntrate en el sector en el que quieres trabajar y en el tipo de trabajo que quieres desarrollar y localiza qué te falta para ser la mejor opción. Puede ayudarte compararte con otros profesionales de tu sector que ya han alcanzado el posicionamiento que deseas, para lo cuál te recomiendo usar LinkedIn.

“La marca personal no es algo que construimos, diseñamos o creamos, sino más bien algo que descubrimos. La marca personal es un reflejo de aquello que somos” (Andrés Pérez  Ortega, Marca Personal).

Por eso, merece la pena que hagas un análisis sincero y si te cuesta abordar este autoanálisis, siempre puedes pedirnos orientación.

  1. Identifica cuál es tu estilo de gestión de activos.

Desde el punto de vista del Branding Personal es muy recomendable que seas consciente de que tienes tu propia forma de hacer las cosas. Tu manera de gestionar tus activos. Hablamos de un concepto que seguro habrás oído ya muchas veces: competencia profesional. Es decir, la forma en la que aplicas tus conocimientos, habilidades y actitudes a la hora de resolver las distintas situaciones y problemas que puedan plantearse en un entorno laboral.

Iniciativa, motivación, adaptabilidad y hoy día, cada vez más, habilidades comunicativas son algunas de las competencias laborales más valoradas. Puedes encontrar más en este artículo de Consumer, este otro de Educaweb o el último estudio de LinkedIn sobre el tipo de profesionales más buscados que resume Social Coffee.

Una idea clara que debes tener en mente: No existe el profesional ideal exportable a cualquier entorno. Cuando hablo con responsables de recursos humanos, insisten en que el principal motivo por el que una buena candidatura no prospera es porque no parece que vaya a encajar en la cultura corporativa. De ahí, que cada vez presten mayor atención a como nos comportamos en medios sociales, donde tarde o temprano nos mostramos tal y como somos.

Así que tu personal manera de gestionar tus activos, encajará mejor con unas personas que con otras y en una cultura corporativa que en otra. Pero no intentes por ello, transmitir un perfil aséptico,  gris. Recuerda que queremos destacar como la mejor opción y lo que puede ser un motivo para desestimar tu candidatura en algunos casos, puede ser el gancho que haga que te elijan en otras.

¡Atención! En este análisis piensa en lo más beneficioso para la empresa, si. Pero no te olvides de ti. Identifica también  los factores que crean el ambiente laboral que mantienen tu mejor actitud en el trabajo. Así aprenderás a exigir lo que necesitas y a decir que no (siempre que esto sea viable) a las condiciones que merman tu eficiencia. Piensa en lo que te impulsa a trabajar para otros pero no olvides lo que te motiva a seguir trabajando en ti mismo/a, por que como dice mi admirado Tristán Elósegui, “Tú eres el único responsable de tu motivación“.

  1. Ahora, escribe la historia de tu marca personal destacando esos puntos fuertes.

Escríbela en tu curriculum vitae, en una web personal, en tu blog o en tu perfil en redes sociales o combinando todos estos medios.

Demuestra que sabes lo que lograste y por qué. Vas a transmitir un mejor conocimiento de ti mismo/a y mayor confianza en que puedes repetir esos hitos en nuevos escenarios laborales.

Hay múltiples formatos y posibilidades para contar la historia de tu marca. La historia por la que descubrirán que eres su mejor opción, aunque sobre esto, hablaremos más en nuestro próximo post de esta serie,Cuarto elemento clave de tu Marca Personal: Una forma propia de contar“.

No es un proceso fácil, hay que dedicarle tiempo y trabajo. Tampoco es un proceso que tenga un principio y un final. Es un continuo y cada cierto tiempo, deberás repasar tu evolución y evaluar si te gustan los resultados. Pero verás que es personalmente gratificante y que una vez que has definido el core de tu marca, el desarrollo de tus servicios y tu comunicación fluirán con más facilidad.

¡Tú mueves!

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